Por enésima vez, Sáenz Peña demostró que es la «capital provincial de la inseguridad». Por más que funcionarios posen en fotos y habiliten oficinas, está visto que la delincuencia es la que gobierna.
El viernes se registraron dos incidentes violentos. Uno tuvo como víctima a una pareja que fue asaltada por dos motociclistas. El otro episodio fue protagonizado por una banda que, en manada, entró en una ferretería.
Un joven de 25 años denunció en la comisaría Cuarta que a las 22.40 del viernes, en compañía de su novia, circulaba en su motocicleta Corven Energy 110 negra, por avenida 33 con sentido este/oeste, cuando fue interceptado por dos delincuentes que se movilizaban en un rodado similar. El acompañante se bajó de la moto y de sus ropas sacó un revólver con el cual los apuntó y amenazó de muerte, exigiendo que entregue el rodado. En esas circunstancias y para evitar ser ejecutados a balazos, la pareja descendió de la motocicleta y el delincuente agarró el rodado para después, en compañía de su cómplice, darse a la fuga uno en cada vehículo.
Las víctimas no resultaron con lesiones. Se dio intervención a la División Investigaciones y el caso lo tomó la Fiscalía de Investigación Penal 1 a cargo del Cristian Arana, en la causa «Supuesto robo con arma de fuego».
EL OTRO ASALTO
Fue el viernes a las 5.30 en calle 14 entre 17 y 19 del barrio Obrero. Llovía intensamente a esa hora.
El sereno del sector aseguró que varios delincuentes ingresaron en la ferretería El Imán. Los ladrones «trabajaron» haciendo fuerza entre todos y así rompieron la reja exterior, después siguieron por la vidriera frontal del comercio para finalmente ingresar y robar numerosas mercaderías. Minutos después llegó al lugar el dueño del local, quien decidió realizar la correspondiente denuncia penal.