Apareció 24 horas después, a una imposible distancia de su casa y en un profundo estado de angustia que no le permitía hablar.
Lo que parecía otro caso de desaparición tomó un extraño giro hacia lo paranormal la mañana del jueves. En la provincia de La Pampa, en la localidad de Jacinto Arauz, una mujer desaparecida por 24 horas apareció repentinamente a 60 kilómetros de su última ubicación conocida, y asegura que fue arrastrada hasta allí por una luz.
Todo comenzó el martes 16 de noviembre, cuando la mujer identificada como lrma Reick fue reportada como desaparecida por su esposo. La pareja vive en un establecimiento rural ubicado a unos 15 kilómetros de casco urbano de Arauz. Según declaró el hombre, su mujer salió a caminar y no volvió.
La alerta inició una intensa búsqueda, a la que se sumaron efectivos policiales de Arauz, de General San Martín, de la Unidad Regional III y de la Sección Canes, entre otros. A pocas horas de iniciada la búsqueda, extrañas interferencias comenzaron a dificultar el rastrillaje: el teléfono de ella perdió conexión, los perros adiestrados que intentaban dar con el paradero de Reick llegaban a 150 metro de la casa y regresaban, como si perdieran el rastro en ese radio.
Justo cuando la Policía local había logrado conseguir la colaboración de un avión privado para sobrevolar la zona, la desaparecida fue ubicada. Reick apareció cerca de las 8 de la mañana del miércoles, a unos 60 kilómetros de su hogar. A pesar de su regreso, este misterio estaba lejos de ser resuelto.
La policía informó a El Diario que la mujer de 55 años fue hallada por una patrulla rural de la policía de Colonia Santa Teresa, y se encontraba en un fuerte estado de «angustia». Su estado de shock era tan fuerte que perdió la capacidad de hablar, comunicándose con su familia y las autoridades a través de la escritura.
Recién la mañana del jueves Reick pudo emitir sus primeras palabras sobre su desaparición, y su testimonio dejó a las autoridades perplejas: según pudo saber El Diario, la mujer contó que escuchó un «ruido en el patio» y cuando salió «una luz fuerte la encegueció». Lo siguiente que recuerda fue estar parada en el sitio donde la encontraron, las 24 horas de su desaparición perdidas de su memoria.
El testimonio fue tomado por las autoridades, que continúan buscando una respuesta al enigma. La situación se vuelve aún más compleja cuando se tiene en cuenta que, según los familiares de Reick, ella no podría haber caminado esa distancia por su estado físico. De todos modos, el caso quedó en manos de la fiscalía de turno de General Acha.
UN CASO SIMILAR OCURRIO EN ENTRE RIOS EN EL 2017
El hecho ocurrió el lunes 22 de mayo del 2017, alrededor de las 22.30 hs, en el pequeño y agradable pueblo de Hernandarias, provincia de Entre Ríos, Argentina. El escenario: una familia reunida para comer. Un adolescente de 13 años es enviado a otro sector de la finca para buscar determinados elementos. Al demorarse, un adulto se aproxima a él, para ayudarle a abrir una puerta que presentaba dificultades y, efectivamente, estaba atascada, ocasionando la demora del muchacho. Ese hombre se aboca a forcejear con la puerta, dos o tres minutos, y al darse vuelta comprueba que el chico ya no está. Supone que había regresado con el resto del la familia, pero al hacerlo él mismo, la desazón les invade: nadie lo había visto.
Muy preocupados, salen en tropel a la calle a buscarle, cosa que les ocupa algo menos de diez minutos cuando, sorpresivamente, suena el celular. Es el niño que, desasosegado, les dice que no sabe cómo llegó a una «garita de colectivo». Describe el lugar y en el ínterin, la policía –que ya había sido alertada- tomando conocimiento, identifica el lugar y va a buscarlo. El jovencito no entiende qué le ha ocurrido. Sólo sabe que estaba a espaldas de su pariente cuando «lo ciega una luz muy fuerte», escucha «un ruido como chistido o chasquido» y aparece en el lugar donde en definitiva se le encuentra.