Mientras que Ángel Pozzaglio sigue encadenado en el ingreso de los juzgados de Familia por la calle French al 120, en demanda de la restitución del vínculo con su hijo, otro padre, César Sandoval, ingresó ayer al edificio, y tomó la misma medida de fuerza: encadenarse, en el primer piso.
Acompañado por organizaciones sociales como Unión de Mujeres en Lucha (Umel) y Emerenciano, que se manifestaron en la vereda con carteles, e incluso escenificando una guardería con juguetes y juegos infantiles, expusieron el caso de su hija Atenea, de cuatro años, que aseguraron fue extraída por la madre sin aviso ni autorización, perdiendo el contacto de esta forma durante las últimas 48 horas, sin que ningún organismo de seguridad haya intervenido pese a las denuncias. De esta forma, lograron que se emita un pedido de búsqueda de la pequeña.
A su vez, se fueron sumando distintas personas, que atraviesan situaciones similares, como el caso María Rosa Marquesina, abuela de un nene de 8 años, que hace dos años tampoco ve a su nieto y expuso su caso.
El caso de Atenea
Gloria Verón, abuela paterna de Atenea, explicó que su nieta «hace 48 horas está desaparecida, para mí, digan lo que digan, de acá a la China, es un secuestro, porque la nena salió con la tía por parte de la familia de madre, a pasear y la madre la interceptó y la llevó a la nena, y desde ese día no la vemos, no sé si mi nieta está bien», explicó a LA VOZ DEL CHACO en la puerta del Juzgado, donde se mantuvo junto a un grupo de manifestantes.
«Quiero saber que mi nieta esté bien y esté segura, fuimos con mi hijo a hacer la denuncia y no la quisieron tomar porque es hombre, porque es papá, cuando él la cuidó dos años, porque la mamá se fue con su pareja que tiene antecedentes», consideró y seguramente indicó: «Le dijeron que no era un secuestro porque era la madre, ¿pero en qué condiciones?, la arrebataron en contra de la voluntad».
Ante esto, señaló: «Mi hijo está encadenado adentro porque quiere ver a su hija, quiere saber si está bien, si está segura, que la traigan a la nena, ella tiene el derecho como madre, pero nosotros también tenemos derechos como su familia. ¿Que están esperando que la saquen del país?, nosotros hicimos todo por la ley para que nos escuchen, pero no tuvimos respuestas».
Gloria, para argumentar su intranquilidad, comentó: «Fui agredida por la madre, me pegó. También tengo pruebas, se puede citar a la sicopedagoga que la atendió cuando la madre la abandonó, y puede testificar el daño emocional que le causó, la tuvimos que acompañar con tratamientos.
También tengo pruebas de sus amenazas, me dijo que no iba a parar hasta verme muerta, todo porque nosotros le estábamos cuidando a la hija, que dejó por dos años y ahora no sabemos nada».
«Tenemos que pensar en los niños, no queremos que pase lo peor, yo no le voy a sacar el papel de madre, pero tuvimos que cuidarla cuando la dejó y no le importó, y ahora quieren venir a arrebatar como si fuera cualquier cosa y causarle daño a la nena, que cada vez que la ve, tiene algún problema, se hace pis y retrocedió todo otra vez», continuó explicando. «Temo por la seguridad de ella, que debe estar extrañando porque se crió con nosotros», añadió.
«Hace dos años que vive con el papá, la mamá dejó sentado en un escrito que dejaba la nena al cuidado del padre y que se iba por razones de trabajo, cosa que no fue así», añadió.
Gloria resaltó: «Hicimos todo un trabajo para que a nena vuelva a ser feliz, nadie le prohibió que la madre la vea, pero no de esa manera».
En cuanto a las circunstancias de la desaparición de Atenea, Gloria comentó: «Mi hijo confía en la tía, hermana de la mamá, porque cada tanto la lleva a visitar la otra abuela, la otra tía, nunca le negó el vínculo, vienen y la visitan en casa y con esa confianza la dejó irse con la tía a su casa, y salió a pasear con la nena y dice que justo llegó la mamá y se la arrebató y la llevó».
A lo que añadió: «No le quisieron tomar la denuncia. No sabemos nada hace 48 horas, y tenemos miedo porque sabemos que la madre la quiere llevar al sur, y su propia familia nos alertó de que no la deje porque su pareja tenía antecedentes. Lo que pedimos es que vayan a buscarla a la nena, dicen que está en la casa de la otra abuela».
Abuela desvinculada
Por su parte, María Rosa Marquesina explicó a este medio que es abuela de un nene de 8 años que hace dos no puede ver: «Cuando fue arrancado de los brazos de su padre que es mi hijo tenía 6 años. Tenía 3 años fue víctima de maltrato y abuso por parte de la madre y su pareja, que era un policía de investigaciones que, en 2018, seis días antes de ir a juicio en el Juzgado Correccional por la causa de mi nieto, se suicidó, y la jueza 6 Pattmetler, lo reintegró con la madre que es la victimaria y desde mayo de 2019 que no sé nada de mi nieto».
«Quiero saber si vive o no vive, que vuelva a tener vinculación con el padre, que tenía una excelente relación, porque vivieron desde el embarazo de la madre en mi casa. Entonces arrancar una criatura como lo hicieron, a tirones, tengo grabado los gritos de mi nieto», cuestionó la decisión judicial.
«Si estas mujeres pueden disfrutar de sus hijos que se acuerden que todos los chicos tienen el mismo derecho. No quiero una marcha después pidiendo justicia cuando no haya nada por hacer. Si la madre no lo cuidó y hay prueba, no se puede pensar que lo que pasó ya pasó, no es así», comentó.
Al tiempo que cuestionó el proceso judicial: «En las causas de acá nunca tiene un informe presentado de su situación sicológica, es tremendo lo que hicieron, mi hijo no tiene ninguna causa, para que esté impedido de ver a su hijo. La jueza tiene que resolver la causa que quedó pendiente en mayo de 2019, donde supuestamente le hizo una entrevista de escucha al niño, y da vergüenza el acta que hizo, porque lo que menos hizo fue escucharlo al niño, quiero ver el video, pero lo que más quiero es que mi nieto tenga vinculación y quiero saber cómo está».
«No sé, qué están esperando, no ven la gravedad institucional, no es un caso son muchos casos, ¿quieren más Lucios? Acá hay padres y madres impedidos de ver a sus hijos y los jueces no hacen nada», apuntó. Y recordó que desde 2016 «no hemos parado, antes lo hacíamos en forma individual, hemos estado semanas en la vereda de procuración general, pero ahora gracias al compañero que se encadenó, nos hemos sumado muchos».
La vigilia de Ángel
Ángel, por su parte, cumple hoy 48 horas desde que se encadenó el Juzgado: «Ayer estaba con los padres que vinieron a pelear, que escucharon mi voz y que quisieron también contar su historia, abuelos que quieren ver a sus nietos, madres que quieren estar con sus hijos, otros padres impedidos, empezaron a incorporarse a este reclamo».
«Me dijeron que íbamos a negociar y pedí que atiendan a todos los padres que estaban ahí, los recibieron a todos, tenemos el agrado de decir que gracias a esta cadena que me puse, ayer una abuela pudo recuperar el vínculo con uno de sus nietos, vino la abuela a la noche a agradecerme porque si no fuera por esta medida, todavía iba a seguir sin verlo», comentó.
El padre continuó relatando: «Me hicieron entrar. La jueza no fue capaz de dar la cara, mandó a su secretario, a decirme que por la causa que ya fui absuelto de culpa y cargo, sigo teniendo la restricción, desapareció mi informe sicológico, que la madre nunca fue citada por ellos, que estaba mal una dirección, empezaron a decir un montón de cosas y me dijeron que lamentablemente para el 14 lo podían entrevistar a mi hijo, cuando yo sé que ya lo entrevistaron», con las argumentaron la demora del expediente: «¿Para qué me dicen que el expediente está a la firma hace tres semanas y ahora me salen con esto porque me vine a encadenar, retrasaron todo».
«Es una vergüenza este juzgado de menores a cargo de Patricia Sá, no sé si porque es la mujer del procurador, hace abuso de su autoridad y poder, es impresionante la cantidad de gente que se acerca con casos parecidos, la ineficiencia no es solamente del Juzgado 2, es del 3 del 5 de todos los juzgados», señaló.
«Si no fuera porque tomaron el Juzgado, esa nena no va a parecer», consideró. «Pero ahora que yo me encadené resulta que no voy a poder ver a mi hijo, y se pierde un documento en un Juzgado, es una vergüenza tanto para mí como para muchos padres que están acá, tratando de ver a sus hijos, madres, abuelas, tíos», recordó.
Asimismo, aseguró que «voy a seguir acá 24/7, a la noche la Policía viene nos hostiga, cuando no hay nadie, nos dicen que nos vayamos, pero no nos vamos a mover».