El gobernador Jorge Capitanich participó ayer de la celebración del 11er aniversario de la Casa de las Culturas de Resistencia, en el marco del cual el espacio cultural propuso una agenda diversa de artes visuales, visitas guiadas al Muba René Brusau, con las obras que integran el programa Patrimonio Activo y números musicales. La propuesta también incluyó una feria con el Club de Emprendedores, entre ellos cerveceros y gastronómicos.
En una recorrida con el presidente del Instituto de Cultura, Francisco Romero, Capitanich rememoró la inauguración del espacio cultural el 19 de diciembre de 2010 (un año de grandes inauguraciones en el marco del Bicentenario de la Patria), en lo que era solo un estacionamiento «y hoy es el faro de la cultura chaqueña».
En esa línea, Capitanich remarcó, también, que «básicamente su concepción tiene que ver con unidad en la diversidad y sobre todo lo que es el respeto de la identidad cultural de nuestra provincia, que es una expresión identitaria que nosotros entendemos como pluricultural».
«El concepto de interculturalidad está desde la concepción y acepción del vocablo Chacú, hasta lo que significa este encuentro de naciones y perspectiva histórica y cultural. Para nosotros interculturalidad significa diálogo entre culturas, respeto a la diversidad y eso es lo que promovemos en esta Casa de las Culturas», señaló.
Por otra parte, Capitanich también recordó que en 2023 el Museo de Bellas Artes René Brusau cumplirá 40 años, y detalló el trabajo que desde el comienzo de esta nueva gestión «hemos hecho un sistema de identificación y clasificación de las obras artísticas para el resguardo de las mismas, que son cerca de 700».
También participaron de la celebración el vicepresidente del ICCH, Alfredo Germignani; la directora de la Casa, Ninfa López; la subsecretaria de Juventudes, Julieta Campos; y otras autoridades provinciales.
«Una casa que no
duerme nunca»
El presidente del Instituto de Cultura, emocionado, rememoró que, en 2007, aquella playa de estacionamiento en pleno centro «fue una de las primeras cosas que planeamos y soñamos con el gobernador Capitanich, que se convirtiera en un faro cultural de resistencia y de todo el Chaco». Haciendo alusión a aquel primer eslogan «Chaco todas las culturas», Romero recordó que «con hacedores y artistas pensábamos que tenía que ser Casa de las Culturas porque pensábamos que en clave intercultural polifónica la riqueza de nuestra diversidad».
También destacó que hoy en la Casa de las Culturas tienen su lugar definitivo el MUBA Chaco, la Sinfónica, el Ballet Contemporáneo de la Provincia, los coros oficiales y que el auditorio, con capacidad para 348 personas, «está siempre abierto para expresiones de danza, música, teatro, audiovisuales y para eventos independientes de la cultura.