La misma región en la provincia en la que la lluvia es esquiva, se encuentra bajo un alerta rojo por temperaturas extremas, según la advertencia del Servicio Meteorológico Nacional (SMN).
Mientras que en gran parte del Chaco principalmente al centro, el nivel de alerta fue amarillo, con efectos leves a moderados sobre la salud, donde en los últimos días se registraron algunas precipitaciones, en varias localidades principalmente al norte y una franja al sureste chaqueño, que abarcó la capital, junto a Misiones, Formosa, el norte de Corrientes y este de Salta, se encuentran con la máxima advertencia de este sistema, ya que se prevé temperaturas que pueden ser muy peligrosas con un efecto alto a extremo en la salud y afectar a todas las personas, incluso a las saludables.
Según el pronóstico del organismo las marcas máximas seguirán clavadas en 40 °C, por lo menos, durante tres días seguidos, desde hoy hasta el martes, ya que el miércoles, vuelve a aparecer un 40% de probabilidad de chaparrones aislados por la tarde, mientras que, con la misma posibilidad de ocurrencia, se anticipa el jueves lluvias aisladas y un descenso de la temperatura de 10 °C, con una máxima estimada de 30 °C.
No obstante, el calor volverá a apoderarse del ambiente, ya que la temperatura volverá a trepar rápidamente. Esta situación deriva además en el colapso del sistema energético, con constantes bajones de tensiones, y salidas de red, picos de demandas como la que se produjo el viernes, y se replicaron ayer.
En este escenario, no solamente la salud está en riesgo. La combinación de la persistencia de altas temperaturas y el déficit hídrico, por falta de lluvias, que a su vez provoca la bajantes históricas en los ríos, que lleva más de dos años, está secando cultivos e incluso montes y pastizales, y se producen las condiciones necesarias para la generación y propagación de incendios que también se registran día a día en la región.
Según un informe elaborado por el Inta y la Conae, gran parte del norte del Chaco, la falta de humedad en el suelo, es de un estado «alarmante», mientras que, en el centro las referencias son de valores «normales», al tiempo que, en el oeste y este de la provincia, los valores se encontraban entre lo «aceptable» y «deficiente».
Asimismo, las perspectivas no son alentadoras ya en su pronóstico trimestral el SMN anticipó que «en el Litoral probabilidades de un 45% – 50% de ocurrencia de tener un trimestre con lluvias inferiores a las normales para esta parte del año.
Escenario dispar en el país
Mientras el calor extremo no cesa en el Norte Argentino, las condiciones son de suma inestabilidad en el centro del país, con lluvias abundantes y tormentas fuertes a severas que prometen seguir a lo largo del fin de semana.
Esta situación hace que se torne realmente difícil cuantificar la cantidad de sucesos meteorológicos destacados que están produciéndose estos últimos días en la Argentina. Tras una ola de calor de las más extensas e intensas de las últimas décadas, que fue homogénea en su afectación sobre gran parte del país, ahora las condiciones se han tornado muy dispares según la región de la cual estemos hablando.
La ola de calor nunca cesó en el extremo norte de la Argentina. Como bien comentaba el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), al jueves 20 se llevaban 16 días consecutivos de extremo calor con temperaturas máximas que rondan o superan algunos grados el umbral de 40 °C.
Esta situación involucra a Formosa, Misiones, Corrientes y el Chaco, y parte de esta región se encuentra en alerta rojo por temperaturas extremas en el Sistema de Alerta Temprana del SMN, previéndose que la región no sufra mayores modificaciones al menos hasta el domingo, con algunos chaparrones o tormentas aisladas este último día pudiendo traer un alivio temporal.
En la Patagonia, mientras la porción sur permanece estable y con muy buen tiempo, la parte norte ha sido afectada estos días por un sistema de baja presión segregado que recién por estas horas cruza el país y se aleja. Pero la situación ha sido llamativa, con tormentas frecuentes y localmente fuertes con granizo en lugares inusuales como Bariloche y Villa La Angostura, en tanto que sobre el noreste se han dado lluvias persistentes y abundantes que han traído anegamientos y cortes de rutas sobre el este de Chubut y Río Negro, con afectaciones importantes también en el extremo sur de la Provincia de Buenos Aires, como se ve en el siguiente tweet.
Y en el centro de la Argentina, el calor extremo con decenas de récords caídos en la primera quincena de enero, dio paso a un cambio radical de condiciones, donde las lluvias y tormentas volvieron a ser protagonistas tras mucho tiempo, y sorprender bajo el contexto actual de La Niña que aún seguimos transitando.
El centro del país con eventos de tiempo severo
Si bien se registran precipitaciones dispares desde comienzos de semana, en este tramo final la inestabilidad se potenció sobre las provincias centrales, tornándose muy húmeda la masa de aire e interactuando con algunas perturbaciones en altura.
Durante el jueves, sorprendió una celda severa de tormenta que dejó daños en localidades como Navarro (provincia de Buenos Aires) y luego avanzó vigorosamente al este afectando de lleno todo el corredor sur del Gran Buenos Aires, con grandes daños en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza.
Desde las primeras horas del viernes la actividad de tormentas nace y se potencia sobre el norte de la Pampa, sur de Córdoba y noroeste de Buenos Aires. La seguidilla de tormentas intensas afectando los mismos sectores llevó a que, en menos de mediodía, algunas localidades del noroeste bonaerense como Lincoln o 9 de Julio registren lluvias superiores a los 100 mm.
Falta de humedad «alarmante»
La Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae) y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuario (Inta) realizaron un estudio y monitoreo en el Chaco, que incluye el estado de humedad en suelo, comparando la situación actual frente a un registro histórico.
En el período que abarca desde el 1 de enero hasta el 8 de enero de 2022, gran parte del norte se encuentra en estado «alarmante», mientras que en el centro las referencias son de valores «normales», mientras que, en el oeste y este de la provincia, los valores se encontraban entre lo «aceptable» y «deficiente».
En un segundo estudio, desde el 13 al 19 pasado, prácticamente el territorio, queda bajo referencias «alarmantes»
En un tuit publicado ayer desde la cuenta oficial de NASA en español, la agencia estadounidense advierte sobre la ola de calor por la que atraviesa Sudamérica y, específicamente el país.
El verano al sur del Ecuador está resultando abrasador. A mediados de enero de 2022, un calor sofocante se apoderó del centro de Sudamérica y las temperaturas se dispararon a más de 40 °C (104 °F), momento que llegó a ser el lugar más caluroso del planeta. Ese título pronto pasó a Australia occidental, donde las temperaturas subieron a más de 50 °C (122 °F), y una ciudad al norte de Perth empató con la temperatura más alta jamás registrada en el hemisferio sur (datos preliminares).
El calor abrasador es evidente en estos mapas, derivados del modelo del Sistema de Observación de la Tierra Goddard (GEOS, por sus siglas en inglés). Los mapas muestran las temperaturas del aire a 2 metros (alrededor de 6,5 pies) por encima del suelo. Los rojos más oscuros indican los lugares donde las temperaturas fueron más altas el 11 de enero en la Argentina.