El año no arrancó bien en materia de costo de vida y podría empeorar de prosperar algunas medidas que distintos sectores tienen en mente para implementarlos en el corto plazo en el país.
Uno de los casos es el de los combustibles, cuyos valores se encuentran fijos desde hace varios meses, pero que ponen en jaque a las estaciones de servicio por la escasa rentabilidad que los empresarios de ese rubro aseguran tener.
Precisamente ese sector baraja reflotar una polémica determinación que seguramente no caerá nada bien en los clientes.
Se trata del famoso «servicio de playa» que las estaciones de servicio aplicaban a la carga de combustible en la primera década del siglo y que incluso llegó a ser judicializada por asociaciones de defensa del consumidor.
El adicional -que se implementó en todo el país, incluido el Chaco- establecía un monto fijo por cada litro que el cliente cargaba a su coche, moto o camión.
Actualmente, son varios los empresarios del sector que reconocen que la medida está en mente como para reflotarla.
La idea es buscar alternativas que mejoren la rentabilidad, ya que el Gobierno sostiene el congelamiento de los precios y que al menos hasta marzo próximo no había novedades de incrementos.
Consultado por la posibilidad de que esta figura jurídica se utilice en un futuro no muy lejano, el dirigente estacionero chaqueño Miguel De Paoli destacó su pensamiento sobre la experiencia aplicada diez años atrás en un artículo periodístico recientemente publicado por la web especializada: www.surtidores.com.ar.
El empresario dejó en claro que este servicio adicional no es una cura al problema de la rentabilidad, la cual hoy solamente se arregla liberando los precios y sincerando el sistema de costos y beneficios de las operaciones de venta de combustibles.
«El respaldo jurídico para que esta acción se concretara fue la necesidad de afrontar el pago de los sueldos en momentos donde la ecuación económica no era la conveniente, hecho que fuera reconocido tanto por empresarios, como por gobierno y sindicatos», expresó De Paoli.
MEDIDA EN ESTUDIO
El estacionero y referente del sector en todo el Norte del país recordó que quedó comprobado que fue una herramienta exitosa que quedó disponible en los antecedentes jurídicos y que dio sus primeros pasos el Chaco cuando el entrevistado se desempeñaba como secretario de la Cámara de Estacioneros de la provincia.
De Paoli observó que tras su instrumentación en aquellos tiempos, asociaciones de defensa del consumidor y hasta la propia justicia, lograron frenar la medida.
«Era más conveniente para aquellos operadores como los de YPF que fijaba la bonificación a sus operadores, por funcionar bajo el esquema comercial de consignación», rememoró.
El «servicio de playa» se trataba de una especie de canon que se aplicaba sobre el litro de nafta, GNC o gasoil, de aproximadamente un 3%, que en la práctica funcionaba como un incremento automático de la comisión a cargo de los automovilistas.