El intendente Gustavo Martínez destacó que trabaja para recuperar la cercanía con los vecinos que se perdió durante la pandemia y aseveró que el ruido que hace la oposición proviene de «dirigentes mediocres y fracasados» en la política. También resaltó que no tiene problemas personales con el gobernador Jorge Capitanich.
El siguiente es el diálogo que el jefe comunal de la capital chaqueña compartió con el diario Época de Corrientes.
-¿Cómo afronta Resistencia el regreso a las actividades en esta casi pospandemia?
-Es una oportunidad de recuperar la cercanía con los sectores de la comunidad. La pandemia puso en relieve la fragilidad de los seres humanos, situación para la cual no estábamos preparados. Tuvimos que improvisar protocolos que no fueron positivos para la actividad económica y la social.
Con el diario del lunes es fácil opinar del fin de semana, esto provocó que hoy tengamos la disyuntiva de decir si la pandemia hubiera afectado más o menos sin todas las restricciones que se impusieron.
La situación sanitaria fue dolorosa. Pero lo que pasa hoy nos permite tener la posibilidad de trabajar en los planes de gestión que nos proponemos llevar adelante y necesitan presencialidad para que se puedan interpretar en forma adecuada por parte de la gente.
-¿Lo urgente supera lo importante, dice usted?
-Creo que todos tenemos una falsa sensación de saber qué es lo urgente y qué es lo importante. Siempre cuento la misma anécdota. Mi mamá fue tres veces diputada provincial, falleció siendo vicepresidente del Poder Legislativo y en ese tiempo vivía en la misma casa Fonavi del barrio Santa Inés a la que nos fuimos a vivir en 1980. 36 años después tenía los mismos metros cuadrados, las mismas aberturas, pero pudo lograr que gracias al esfuerzo de su vida sus cinco hijos fueran profesionales.
La perspectiva de vida de las personas era otra, hacían el esfuerzo, no por la acumulación material, sino para que impacte en la vida de la generación que venía después. Hoy hacemos lo contrario, que todo lo consigamos ya, queremos el mejor celular, nos desesperamos si no podemos tener la zapatilla que todo el mundo tiene.
Ese esfuerzo lo hacían nuestros padres y abuelos en una situación más desventajosa. De chico mi trabajo era juntar agua en las horas que había para tenerla cuando el agua no llegaba. Era un esquema mental: no se podían tener todos los servicios gratis todo el día.
Hoy la filosofía es distinta, quieren todos los servicios sin pagar nada o el trabajo mejor remunerados sin mayor esfuerzo; hoy queremos tener todo, y no importa si para armar un proyecto de vida tenemos que trabajar 30 años para dejar algo a nuestros hijos.
-Eso, ¿cómo se conjuga con lo que se debe hacer desde el municipio?
-Eso también impacta en la gestión; al no tener el contacto cotidiano en un tiempo de gobierno constitucional muy corto de 4 años, las obras duraderas se hacen a largo plazo. Cuando estuve en Sameep en 2008, inicié el plan director cloacal para el Gran Resistencia de los cuatro municipios, una obra que se proyectó en 2006, con una previsión de crecimiento de hasta tres veces el tamaño actual de esas comuna. Ese tipo de obra lleva 15 años, ¿cómo le explico al vecino que quiere tener cloacas hoy que necesitamos muchos años para llevarle el servicio?
En ese contexto, salir del aislamiento ayuda a la gestión para explicar lo que se hace, para evitar que la gente se quede con las fake news que le llegan a través de la virtualidad, por eso es importante tener la posibilidad de dialogar con el vecino para aclarar estas situaciones.
-¿Qué les dice a quienes cuestionan su accionar?
-Hay políticos que arman equipos para gestionar a mediano y largo plazo, el populismo se agota cuando se termina la plata; los primeros trabajamos a largo plazo, los otros son actores electorales.
En la campaña tienen los mejores equipos, para hacer tik tok, manejar las redes… pero lo pones a manejar algo y te chocan la calesita, no tienen la capacidad para administrar los fondos públicos, que no son sólo para hacer cosas simpáticas, sino que son para resolver problemas estructurales.
Nosotros, en una ciudad que es llana, con muchas lagunas, que se inunda con las lluvias, por primera vez hicimos desagües pluviales que nunca nadie hizo porque no se ven. Ahora estamos invirtiendo $250 millones para 450 metros de desagües que al final van a quedar como una calle enripiada y el vecino va a decir que no se hizo nada, pero abajo hay un conducto de hormigón de seis metros que va a evitar que se inunde.
-¿Qué pasa con los rellenos en las lagunas?
-Estamos trabajando en un plan de recuperación de las lagunas por primera vez. Como la obra de Laguna Argüello para recuperar un componente del sistema lacustre de 14 hectáreas. Vamos a construir un edificio con un área técnica para la Dirección General del Sistema lacustre del municipio. Cuando asumimos, la atención al sistema lacustre tenía 9 agentes de 5.500 empleados municipales, que solo tenían una piragua, una soga y una pateja para trabajar.
-¿Cómo se frena ese relleno?
-Hay una gran superposición de derechos en lo que dice el Código Civil respecto a la propiedad privada y lo que dice la Constitución sobre el bien social. Hay gente que tiene derechos sobre propiedades y eso necesita una reforma jurídica como el nuevo código ambiental o la reglamentación del sistema municipal de áreas protegidas para que la comuna se pueda presentar ante un juzgado y plantear la solución, por eso creamos el Juzgado Ambiental y falta el marco jurídico para sancionar las contravenciones y faltas ambientales.
-¿Por qué cuesta tanto idear estos planes?
-Las grandes cosas llevan tiempo y los tiempos de gestión son tiranos. Los políticos a veces tenemos la mala costumbre de gestionar pensando en la próxima elección y esas decisiones no tienen la posibilidad de tener impacto en la vida de las próximas generaciones.
El plan de remodelación de espacios verdes recibe cuestionamientos de la oposición.
La oposición se dedica a jugar con el humor social respecto a la inmediatez y no piensa colaborar en nada de lo que sea a largo plazo. No tenemos un cordón industrial que ocupe a miles de personas. El perfil geopolítico y social de Resistencia permite explotar los servicios logísticos o el servicio de turismo de eventos o de espectáculos.
Por ello avanzamos con la recuperación del autódromo y eso ya impacta, porque quienes venían por estos días cubrieron todas las plazas hoteleras. Entonces, la remodelación de la plaza central, arreglos en la peatonal, las mejoras en las avenidas Sarmiento y Sabín, son parte de la recuperación de la ciudad.
-¿Ese plan no pudo explicarlo?
-Si yo tuviera que hacer una postal de la plaza 25 de Mayo, era una lágrima, era todo trapos tirados, la gente durmiendo al lado de los baños, la mitad del embaldosado roto. Tenemos que tener una estrategia; si tenemos que gastar $168 millones en la plaza o poner luces en los barrios, la gente va a decir: sí, queremos luces en los barrios. Posicionar a Resistencia en la región nos va a permitir invertir en mejoras en los barrios.
También, desde la oposición se juega mucho con el manejo de cifras que hacen al costo de la inversión pública. Cuando se planifica una ruta, el kilómetro de pavimento se mide en el millón de dólares, se hace una estadística y los 100 metros tienen un costo de USD100 mil, una cuadra de pavimento sale $15 millones, si se agrega desagües, alumbrado se va a $20 millones. Con lo que vamos a invertir en la plaza solo, se pueden hacer 9 cuadras de pavimento.
-¿Ese ruido político proviene de sectores afines al gobernador?
-Creo que sí. Obviamente, en eso está la idea de la especulación. Creo que es parte de la política. A mí no me preocupa en el sentido que, claramente, con el tiempo queda en la nada. Estuve un año y medio luchando para lograr que los parques nacionales pasen a la Municipalidad, entre ellos el autódromo, salió la ley y recibimos las llaves del autódromo hace tres semanas, y hay que ver lo que es ese corto tiempo.
Eso pasa porque, como en cualquier otra actividad, en el sector político hay gente muy capaz de capacidad mediana y gente muy mediocre, y esos son los fracasados de siempre. Dios nos libre de que los mediocres lleguen a la función pública.
-Se viene la Bienal…
-Desde el municipio tenemos un compromiso personal con la Fundación Urunday, los – acompañamos a full y vamos a estar como un obrero más en toda la previa y el tiempo que dure la Bienal.
-¿Cómo afronta el tema del cuidado de mascotas?
-Desde hace mucho tiempo veíamos que las únicas que se ocupaban de las mascotas eran las protectoras particulares. Hay que tener en cuenta que para tener un plan sanitario de zoonosis, se necesitan recursos, dinero.
Convertimos un colectivo en un quirófano para atender seis mascotas al mismo tiempo, además tenemos otro quirófano móvil y las motoambulancias.
Atendemos en cada barrio desde noviembre, superamos las 12 mil castraciones gratis y este años queremos llegar a las 25 mil.
Tassano
El intendente valoró la predisposición a coordinar políticas entre Corrientes y el área metropolitana chaqueña que manifestó Eduardo Tassano en sendos acuerdos que firmaron. «Nosotros queremos tener esa integración y de hecho trabajamos con Eduardo Tassano con ese Norte, porque una tarea coordinada entre Resistencia y Corrientes genera una sinergia positiva para ser socios en el desarrollo tanto urbano como económico, y con un enfoque sustancial en el desarrollo humano», indicó.
-«No tengo problemas personales con Coqui»
-«No tengo problemas personales con Coqui», manifestó Martínez cuando se le marcó que hubo sorpresa por el viaje que tuvieron con el gobernador Jorge Capitanich para participar del aniversario de Presidencia Roque Sáenz Peña.
«Ni siquiera en 2007, cuando nos enfrentamos en la interna. El 22 de abril fue la elección y para junio, la misma gente que estaban en la intendencia propiciaban el adelantamiento de las elecciones en sus municipios, para dejarlo solo a Capitanich. Sin embargo, con Sandra Mendoza impulsamos cambios en la ley electoral para que los intendentes se elijan 90 días antes del cambio de gestión, como el gobernador, a pesar de que dos meses antes nos decíamos de todo y me ganó la interna», agregó.
Reforzó ese concepto al señalar que desde la presidencia del Concejo Deliberante, «lo acompañé en todas las decisiones, jamás tuvo un problema para aprobar presupuesto, crédito o cualquier otra medida».
También resalto su aporte en dar vuelta los resultados adversos de las Primarias del año pasado. «El 12 de septiembre perdimos; el 13, cuando algunos me planteaban que era una oportunidad para golpear a Coqui yo respondía que se equivocaron de teléfono y les decía: ahora voy a estar más que nunca al lado de Coqui».
«No se trata de la cuestión personal; uno tiene que actuar en la vida y en la política como quiere que otros actúen con uno», añadió.
«Cuando nos cayó la pandemia estábamos asustados porque sabíamos que las medidas que tomábamos caían mal. Queríamos ayudar a los gastronómicos, iban a perder sus negocios familiares de toda la vida y cuando proponíamos reabrir, nos decían que queríamos matar a la gente», indicó.
Explicó que la propuesta de cambios impositivos se presentó en noviembre de 2019, «la aprobamos en diciembre y no sabíamos que teníamos la pandemia cerca. En febrero me fui de vacaciones, miraba la nota de Ginés González diciendo: esto no va a llegar nunca.
«En ese susto nos alejamos del vecino y nuestra política es pueblerina; se puede hacer una excelente campaña en los medios, pero si la gente no te ve en los barrios, en el club, te ve lejos. Para después de las Paso le reconocimos a la gente que tenía razón en no habernos votado y revertimos los resultados», señaló.
Nueva licitación de
líneas de colectivos
-¿Cómo está la situación de la integración del transporte en el área metropolitana?, preguntó época y Martínez respondió: «Bastante mal, en 2018 propiciamos la creación del Ente Regulador del Transporte en el Área Metropolitana y no se instrumentó».
«Tenemos seis líneas municipales, siete intermunicipales y dos líneas de recorrido interprovincial, lo cual hace más complejo el sistema de transporte, y finalmente no pudimos consensuar», indicó, para agregar que «la semana venidera presentamos el plan Pimus, que es un Plan Integral de Movilidad Urbana Sostenible y vamos a convocar una licitación por un plazo de 15 años de concesión para las líneas de Resistencia», dijo.
Agregó que se piensa «pasar de una cobertura de 66% de la ciudad al 90%. Con ese plan proponemos que nadie quede, en los barrios, a más de 300 metros de un recorrido de colectivos».
«También habilitamos 27 corredores viales, con 356 cuadras de asfalto y todas líneas van a tener un 100% de recorrido sobre pavimento», agregó.
Afirmó que esa propuesta se debe «aprobar porque hasta el 30 de junio se tiene la concesión y no la vamos a prorrogar». Fundamentó esa decisión en que el sistema de transporte fue diseñado en 1989.
Si seguimos improvisando no vamos a solucionar los problemas ya que ahora proponemos ampliar los recorridos, pero disminuir los giros ya que tener 90 giros disminuye la frecuencia de recorrido.
Incorporamos el concepto de boleto único en la línea si vengo en la línea 3A también voy a poder a subir a la 3B, porque ese pasaje va a la misma razón social.