El pasado 8 de abril la Peña Nativa Martín Fierro cumplió 77 años de existencia, desde su fundación el mismo día, pero de 1945. En 1954 tomó el nombre de «Martín Fierro». Es una institución que se dedica a cultivar la tradición folclórica nacional. Tiene su amplio local en la esquina de avenida 9 de Julio y José Hernández. La Peña Nativa Martín Fierro es una entidad señera y ejemplar en la difusión del folclore nacional.
Nació en la calle Pellegrini al 172, en la Asociación del Magisterio y luego tuvo un paso por avenida Sarmiento y Córdoba, hasta afincarse definitivamente en su lugar actual. Su primer maestro de Danzas Folclóricas fue el profesor Benigno Corvalán.
Las veladas más importantes y los mejores conjuntos folclóricos pasaron por su casa y se lucieron en el escenario Ángel Arturo Ramos (en homenaje a ese gran presentador que tuvo la Peña). En la Peña nació ese tradicional conjunto el Cuarteto Martín Fierro, formado entre otros por Julio Nuevo (maestro de guitarras) y hacedor con su hermano en la formación de la Peña. Hugo Cerruti, hijo de uno de los presidentes más importante que tuvo la Peña. Bicho Cornell también formaba parte de este grupo, junto con el Pelado Puppo. La Peña es un lugar donde se respira tradición, y se disfruta de las mejores comidas tradicionales, siempre regadas con buen vino.
Actualmente la institución posee 120 personas como socios. Los beneficios que tienen ser socio son por ejemplo descuentos en las entradas de todos los espectáculos y reservas de mesas, aunque hay socios que son de toda la vida, así que ya se sabe que para ciertos espectáculos hay una mesa para ellos.
Historia para ser contada con un vino
Esta Peña -que significa encuentro de amigos- comienza en 1945 por un grupo de docentes que se juntaron con la idea de defender o difundir el acervo nacional y necesitaban tener un punto de encuentro, un lugar donde reunirse.
Esta idea surge en la calle Córdoba, era un grupo de élite que se juntó bajo un mismo objetivo: amor hacia lo nacional. Se junta este grupo y nace así la Peña Martín Fierro que lleva ese nombre por el simple hecho de lo que representaba este personaje tan conocido de la historia.
Uno de los objetivos era promover lo nacional, lo nuestro, lo local, tanto con la música, con el baile y con las tradiciones del folclore. La única institución que hay más vieja que la Peña era el Fogón de los Arrieros, pero eran tan desiguales como iguales porque era un lugar cerrado para los amantes del tango, pero no había un lugar donde bailar la chacarera, el chamamé, y es con esa idea que nace la Peña.
En 1961 la Peña se instala en el lugar donde se encuentra actualmente y son varios los que hoy forman parte de la comisión directiva de la Peña, los que vieron toda la construcción de la institución cuando todavía era una laguna al frente, donde hoy se encuentra el Colegio Nacional, y muchos de los que toman decisiones sobre la institución se cruzaban a pescar.
No hay que aclarar más nada, solamente hay que escucharlos hablar para saber que esta gran historia se construyó primero con mucho sacrificio y luego con amor porque, como dicen desde la comisión directiva: «No se puede laburar en esto si no se ama la Peña, es algo que nosotros lamentablemente no lo podemos transmitir a nuestros hijos como lo hicieron nuestros padres con nosotros».
La Peña trabajó mucho tiempo con los clanes familiares y hoy se está perdiendo eso. «Raúl ¿por qué llega a la Peña? Porque no le quedaba otra, termina amando esto porque lo vio todos los días», cuenta Marcelo Isaurralde.