En un audio, la nuera de la víctima de la delincuencia relata cómo el hombre sufrió golpes y amenazas con un cuchillo. «Dame la plata, dame la plata», es lo que pedían dos adolescentes que a cara descubierta lo sorprendieron durmiendo al abuelo. Con una botella de miel lo golpearon y desfiguraron el rostro. Quedó hospitalizado.
En Quitilipi los vecinos se organizan en grupos de WhatsApp y en reuniones para combatir esta ola de violencia, estar alertas y ayudarse entre ellos. “Paso a ser, como mucho de ustedes, una víctima más de la delincuencia en Quitilipi”, dice una vecina Marisel Álvarez, y relata en detalles el calvario por el que pasó su suegro que quedó hospitalizado. Dos ladrones, adolescentes, a rostro descubierto subieron por los techos y lo golpearon por dos horas a su víctima. Querían dinero, lo amenazaban con un cuchillo en el cuello y luego comenzaron a golpearlo con una botella de miel. “Me uno a este grupo para tratar de lograr algo entre todos, que se termine de salvajismo, esta impunidad y la impotencia nuestra de no saber qué hacer ante un caso así”, pidió esta mujer en un audio que se viralizó. El robo fue en una vivienda de la calle Corrientes, a las 4 de la madrugada. El abuelo, de 91 años, vive solo.
En este audio la nuera de esta nueva víctima de robo, de violencia, cuenta a sus vecinos lo que les tocó vivir. “Hola vecinos, buenas tardes soy Marisel Alvarez, gracias por añadirme al grupo, yo siempre en realidad estuve pendiente de todo lo que compartían ustedes y de lo que pasaba en el barrio porque tengo mis padres también en el grupo, y bueno hoy (jueves) paso a ser como muchos de ustedes una víctima más de la delincuencia en Quitilipi, lamentablemente somos muchos los que pasamos por cosas tan feas. En realidad, la víctima es mi suegro y sobre él quiero contarles. Trataré de ser breve”, dice la quitilipense que da detalles escalofriantes de un robo en el que los protagonistas son dos adolescentes.
“Quiero contarles lo que he vivido esta madrugada. Él (su suegro) vive solo, tiene 91 años, vive sobre calle Corrientes, a una cuadra aproximadamente de mi casa y esta madrugada -a las cuatro de la mañana aproximadamente- entraron dos muchachos a su casa por los techos, ingresaron al patio, rompieron un techo de media sombra y violentaron un ventanal, las rejas de un ventanal que da a la cocina, ingresaron a su casa y bueno ahí tuvieron tiempo de hacer de las suyas. Lo peor de todo es que lo golpearon salvajemente, como todos pienso con qué necesidad, si querían llevarse cosas materiales se la hubieran llevado sin ningún problema porque él vive solo, como les digo, ahí no había necesidad de lastimarlo. Él ya está muy viejito, apenas camina, hubiera entregado y accedido totalmente a que se llevaran todo lo que querían, sin embargo, ingresaron a su dormitorio lo sorprendieron durmiendo y ahí empezó el calvario para él”, dice la vecina.
Con un cuchillo en el cuello
Asimismo, aporta más detalles de este violento suceso: “Con un cuchillo en su garganta lo amenazaban todo el tiempo, le pedían la plata, la plata, la plata. Él les decía que no tenía, porque era la verdad, ni siquiera su jubilación tenía. Comenzaron a golpearlo muy fuerte hasta empezar a darles botellazos en la cabeza. Una botella que él tenía en su dormitorio con miel y lo golpearon varias veces en su cabeza, muchos hematomas, empezó a sangrar porque la botella se rompió. Tiene muchísimos cortes, realmente una tortura es lo que vivió injustamente el abuelo, un anciano indefenso, que estoy segura que ni siquiera se habrá movido de la cama”.
“Con un cuchillo en su garganta lo amenazaban todo el tiempo, le pedían la plata, la plata, la plata. Él les decía que no tenía, porque era la verdad, ni siquiera su jubilación tenía. Comenzaron a golpearlo muy fuerte hasta empezar a darles botellazos en la cabeza».
Marisel, nuera de la víctima
Agrega la mujer respecto al pedido de ayuda después que los delincuentes se fueron. “Estuvo mal, pero tuvo las fuerzas, cuando se fueron estos sujetos que habían estado dos horas aproximadamente, revolvieron todo, se llevaron algunas cosas, pero eso a mí no me interesa, me interesa que pueda reponerse. No sé de dónde sacó fuerzas, pero se levantó después de estar en un charco de sangre. tanto él como todo su dormitorio y el resto de la casa. Gritó, pidió ayuda por la ventana. porque no encontraba las llaves para salir. Gritó, gritó un tiempo bastante largo porque a esa hora los vecinos, se ve que dormían, hasta que escuchó uno de ellos y vino a avisarme. De ahí es que yo sé todo lo que le estoy contando”.
“Cuando llegué vi el peor panorama que pensé nunca ver en mi vida, bañado en sangre, totalmente golpeado su cabeza, golpeada, todo cortado, su rostro desfigurado, pero aun así consciente, gracias a Dios pudo relatarme perfectamente lo que había vivido y describir a estos dos malvivientes, que Dios los perdone»
Marisel Alvarez
“Cuando llegué vi el peor panorama que pensé nunca ver en mi vida, bañado en sangre, totalmente golpeado su cabeza, golpeada, todo cortado, su rostro desfigurado, pero aun así consciente, gracias a Dios pudo relatarme perfectamente lo que había vivido y describir a estos dos malvivientes, que Dios los perdone: uno era chiquitito, delgadito, me dijo parecía un niño, rubiecito y otro más grande, morochito, flaco, un poquito más alto, pero no habrán tenido más de 14 o 15 años, según él me dice porque tenían la cara descubierta. Le gritaban todo el tiempo, lo trataron con mucha, mucha, violencia. En estos momentos se encuentra internado y esta tarde le harán estudios para ver secuelas en su cabeza, que es la parte más golpeada que tiene, pero está consciente gracias a Dios y pudo contar todo lo que vivió, la tortura que pasó. Espero que nadie más, en este barrio, ni en ningún lado, viva lo que lo que él tuvo que pasar. ¿Por Dios cuántas víctimas vamos a hacer?”, pregunta.
