Recientemente, el diario español el París dedicó un artículo al peso argentino. Según el escrito, la inflación y la continua devaluación de la moneda provocó que valga más fundir los metales. En el análisis económico también se destacó que cambiar pesos argentinos en Madrid ya no es aceptado por las casas de cambio. El motivo es que «el stock de pesos está completo». «La gente se deshace de los pesos porque nadie viene a comprarlos», indicaron. Pero ahora, lo que parecía un simple artículo, se convirtió en realidad.
Un usuario de Twitter de visita por España compartió en su cuenta de Twitter un cesto lleno de billetes argentinos que se cotizaban a 0,50 centavos de Euro. Casi como si fuera una «baratija».
Por la inflación, el consumo cayó en abril por segundo mes consecutivo
El billete de 1.000 pesos, el de mayor denominación en Argentina desde el 2017 pasó a valer u$s57 a tener un valor de apenas u$s8,47 en mayo del 2022 tomando en cuenta el dólar oficial. Si se toma en cuenta los paralelos, por ejemplo con la cotización del CCL la cifra disminuye a menos de u$s5.
Para el artículo del diario El País, la explicación está en la inflación: Argentina finalizó el año pasado con una inflación del 51,4%, según los datos ofrecidos por el Indec (Instituto Nacional de Estadística y Censos), un alza de precios que ha continuado acentuándose durante este año hasta cerrar abril con una inflación interanual del 59%. “Ha habido antecedentes de este fenómeno en todas las economías que han pasado procesos de alta inflación. En Latinoamérica, hoy tenemos el caso de Venezuela, donde es escaso el dinero circulante en bolívares. Y ha ocurrido en el pasado en la región durante los procesos hiperinflacionarios de finales de los años ochenta en países como Perú, Bolivia, Argentina o Brasil. Pero actualmente este no es un fenómeno generalizado”, explicó Juan Ruiz, de BBVA Research consultado en el artículo.