La intendenta de Fuerte Esperanza, Inés Ortega, aseguró que la llegada de la obra del segundo tramo del acueducto que transportará agua potable desde Misión Nueva Pompeya a la localidad «es una reivindicación de los derechos de nuestra comunidad». En ese contexto recordó la figura del exjefe comunal, Walter Bulinky Correa, quien falleciera en diciembre pasado, y aseguró que es «un homenaje a quien en su paso nos dejó alma, corazón y vida».
«Hay que estar a las alturas de las circunstancias, caminamos con la misma entereza y fortaleza que él, sobre sus mismos ejes, no con los mismos pies, pero sobre las mismas huellas», aseveró Ortega, quien fuera su ex. «Ver a los obreros trabajar en las puertas de nuestra localidad nos produce una enorme alegría», dijo Ortega, quien a su vez ponderó el movimiento económico que la presencia de los trabajadores genera en Fuerte Esperanza. «Hoy vende desde el quiosquito hasta la hamburguesería y todos ganan plata», mencionó en diálogo con Radio Provincia. Respecto a la obra, mencionó que su magnitud «nos hace sentir orgullosos». Sobre esto destacó que «tanto el gobierno provincial como el nacional nos muestran que tenemos la misma igualdad y oportunidades que otras ciudades».
Por su parte, la vicegobernadora Analía Rach Quiroga sostuvo que desde el corazón de El Impenetrable chaqueño llegan buenas noticias. «Ya está en Fuerte Esperanza el segundo tramo del acueducto que transportará agua desde Misión Nueva Pompeya. Qué alegría ver que las obras históricamente anheladas por nuestro norte, con mucho trabajo y compromiso, se hacen realidad», aseguró a través de sus redes sociales.
La obra
La obra del acueducto Río Teuco, El Pintado, Wichí, El Sauzal, Nueva Pompeya y Fuerte Esperanza, ejecutada bajo supervisión del Plan Belgrano Hídrico, ex-Norte Grande, dependiente de la Dirección Nacional de Agua Potable y Saneamiento de la Nación, financiado con fondos del Banco Mundial, abastece a las localidades de El Impenetrable chaqueño.
El diseño del sistema iniciado en 2015 permitirá producir y transportar hasta 600 m3/h de agua potable en la primera etapa, y 1.100 m3/h en una segunda etapa con un horizonte de 30 años de vida útil. La obra comprende la captación del río Bermejo, conducciones de agua cruda y tratada, instalaciones de tratamiento y almacenamiento para las poblaciones indicadas.
Se incluyen al sistema una planta del tipo convencional para las localidades de Wichí y El Sauzal, la construcción de reservas para cada localidad, y otra planta convencional en Misión Nueva Pompeya con capacidad de producción para esa localidad y para Fuerte Esperanza.
En esta segunda etapa se prevé la construcción de reserva de agua potable en Nueva Pompeya hasta Fuerte Esperanza a través de un acueducto de 450 milímetros de diámetro, cubriendo una distancia de 49 kilómetros. Además, la ejecución de redes y ramificaciones correspondientes a sus zonas de abastecimiento, como lo son parajes aledaños a Nueva Pompeya.