Las muertes se produjeron el domingo pasado en calle 33 y 22 del barrio Santa Mónica después de un primer enfrentamiento entre dos personas.
Se cumple una semana del doble homicidio ocurrido en el barrio Santa Mónica de Sáenz Peña cuando tras la muerte de un hombre aborigen en manos de un menor de edad (17), se desató la furia de vecinos y lincharon y mataron a golpes a un hombre, padre del supuesto autor del primer homicidio.
Luego de arrastrarlo y dejarlo tendido en la calle, prendieron fuego al cuerpo y lo apuñalaron. Algunas versiones aseguran que hasta le sacaron los ojos.
Tras la detención del menor, quien fue sindicado como el presunto autor de la muerte de Luis Pereyra, la primera de las muertes, se difundieron una serie de videos del brutal ataque que sufrió el padre del menor detenido, quien luego falleció como consecuencia de los golpes recibidos por al menos cuatro personas.
Con el inicio de la investigación a cargo de la Fiscalía Penal 3 donde interviene el fiscal Marcelo Soto, al menos tres personas fueron identificadas como los principales autores del ataque a la segunda víctima Gustavo Rufino. Esto fue posible luego que cada uno de los videos viralizados fueron analizados en profundidad y el fiscal Soto ordenó a la División Investigaciones de Sáenz Peña la inmediata detención de cada una de las personas identificadas entre ellos una mujer.
Luego de una semana y a pesar de que los presuntos autores del segundo ataque segunda de muerte esta identificados, la División Investigaciones de Sáenz Peña no ha logrado dar con los mismos. Mientras tanto la familia de Rufino debió abandonar su vivienda por temer más represalias, otros continúan en el barrio, pero afirman que están «viviendo con miedo». Esto motivó a uno de ellos a hablar con el gobernador para pedir no solo protección sino también Justicia.
Por otro lado, vecinos de la zona aseguran que los supuestos autores del linchamiento y muerte de Rufino caminan libremente por la calle y lamentan que Investigaciones no lo hayan detenido aún. Creen que por el «hecho de pertenecer a la comunidad aborigen, están protegidos y nuestro familiar muerto, todos deben pagar en la Justicia lo que hicieron», reclamaron.
EL HECHO
Las muertes se produjeron el domingo pasado en calle 33 y 22 del barrio Santa Mónica después de un primer enfrentamiento entre dos personas, un hombre (36), Luis Pereyra y un menor de edad, como consecuencia de ese ataque a golpes Pereyra quien falleció cuando llego al hospital 4 de Junio.
Por este hecho el menor identificado como A.E.R.
Como represalia a esa muerte vecinos del lugar atacaron salvajemente a Gustavo Rufino, padre del menor que atacó a Pereyra, prendieron fuego su vivienda y el recibió innumerables golpes en distintas partes del cuerpo hasta su deceso.
Posteriormente lo arrastraron a la calle, lo prendieron fuego y apuñalaron.