Un grupo religioso de jóvenes bautistas de distintos puntos de Buenos Aires realizó recientemente una experiencia misionera en El Impenetrable, región a la que también trajeron donaciones de alimentos, ropa y medicamentos.
La iniciativa, que tuvo lugar del 22 al 24 pasados, fue coordinada por la Juventud Evangélica Bautista Argentina (Jeba) con aportes en conjunto de Misiones Nacionales y Acción Comunitaria de Confeba.
Las y los jóvenes llegaron hasta Miraflores, en el departamento Güemes, punto en el que hicieron base para luego visitar distintos parajes de la zona.
Durante los tres días en que se extendió la experiencia misionera, recorrieron distintos puntos de El Impenetrable, donde mantuvieron contacto con pobladores locales e hicieron entrega de las donaciones recolectadas en Buenos Aires.
«Fue un fin de semana que seguramente será un antes y un después para muchos lugareños y para los jóvenes voluntarios», describieron desde Jeba en un artículo periodístico publicado ayer en el diario digital La Gaceta Cristiana.
Las donaciones entregadas consistieron en zapatillas, golosinas y material bíblico provistos por ediciones Kairos y Cruzada a Cada Hogar y también por voluntarios del programa Argentina Contá Conmigo.
Mientras que los medicamentos fueron destinados a una farmacia comunitaria de Miraflores, dependiente de la comunidad evangélica; y a una sala de primeros auxilios.
De esta manera, quedaron a disposición de los pobladores de la zona más de 10 mil comprimidos, distribuidos en antibióticos, medicina para combatir la deshidratación, otras para paliar tratamientos cardíacos y remedios para diabéticos. También sumaron pomadas, cremas, spray nasales, e inyectables, entre otros.
La experiencia del viaje fue coordinada por Mariano Moreno, Mariano Cardozo y Juan Pablo Tabares, miembros de la mesa directiva de la Jeba; mientras que también hubo aportes de Misiones Nacionales y Acción Comunitaria de Confeba, entidades encargadas de la logística en Miraflores.
«Los chicos y chicas que viajaron desde Buenos Aires se sumaron a voluntarios locales para visitar a los habitantes de distintas comunidades vecinas, entre ellos wichís, en pos de compartir valores cristianos, ayudando en las necesidades y acercando las donaciones», comentaron los coordinadores.
«La tarea fue intensa, ardua, pero la vitalidad de los visitantes hizo que fuera extraordinaria y que no se vislumbrara para nada el cansancio; es tiempo de estar juntos, de tender una mano, de enseñar y aprender, y compartir el Evangelio», agregaron.
TRES DÍAS EN EL IMPENETRABLE
El viernes 22, el día inicial del viaje, el contingente se dividió en dos grupos: uno se trasladó hasta el paraje Lote 44; el otro visitó el barrio Sur, en Miraflores.
Al día siguiente, una parte de los jóvenes y el pastor Mariano Corvalán, de la iglesia local de La Familia, organizaron un pequeño campamento en Comandancia Frías, punto hasta el que llevaron donaciones (mercadería); en tanto que otros integrantes de la misión continuaron con el despliegue en Miraflores, acompañados por el pastor Roberto Gil.
«Recorrimos distintos parajes fortaleciendo aspectos del trabajo social que se desarrolla en la zona por la comunidad evangélica, como por ejemplo en la provisión de agua», explicaron los coordinadores.
«Asimismo, también sorprendimos a niños obsequiándoles golosinas y entregando más de 230 pares de zapatillas a estrenar, producto de donación de particulares», acotaron.
Los voluntarios estuvieron acompañados por integrantes de la asociación civil sin fines de lucro Agua por vida Diego Suárez y la ingeniera química Ruth De Gyldenfeldt, quienes tomaron distintas muestras de suelo, y fauna, para analizar, y en un tiempo no muy lejano, presentar y desarrollar en los parajes de El Impenetrable un proyecto para proveer agua a los lugareños.