Tal como manda la tradición el primer día del octavo mes, se deben tomar tres sorbitos de caña con ruda para poder estar sanos y fuertes durante todo el año. Es por esto que, como cada 1 de agosto, diferentes instituciones y puntos gastronómicos ofrecieron un convite de esta vacuna guaraní como se la conocen, y también dieron a la venta este brebaje contra todo mal.
El Museo del Hombre Chaqueño, hace más de 10 años, prepara un tiempo antes de la fecha la bebida espirituosa, tanto para vender como para convidar, en la vigilia que organiza cada 31 de julio, con números artísticos para recibir la fecha haciéndole los honores, como también para su degustación durante toda la jornada en las instalaciones del museo. Por esto, ayer desde muy temprano el museo ofreció el tradicional caña con ruda a quienes pasaron por el espacio.
Pero también la mítica esquina de la Vaca Atada, conmemora esta tradición año a año, con su propia elaboración de caña con ruda, tanto para la venta como para ofrecerlas a sus clientes, como también con una vigilia y peña folclórica en sus instalaciones.
Algunos otros bares y cafés de la ciudad, dependencias públicas, como la Municipaldiad, se suman a esta tradición que se logra sostener gracias a la gente.
manteniendo viva la tradición
El Museo del Hombre Chaqueño (Muhoch) adopta como tarea obligatoria la reproducción anual del ritual que entrama las costumbres guaraníes, criollas e inmigrantes sintetizadas en esta bebida. Con varios días de anticipación, elaboró artesanalmente la caña con ruda, desde recetas tradicionales en dos versiones: la tradicional y la dulce.
Esta producción se comparte con instituciones y amigos/as del museo, y además se pone a la venta, para difundir las costumbres que nos forman como provincia y región.
El domingo 31 de julio, desde las 20, se realizó la vigilia con intervenciones de artes escénicas, música en vivo del grupo Hasta la raíz, y la presentación del Ballet de Adultos Mayores de la U.E. de Coordinación y Fortalecimiento Institucional.
Finalmente, ayer desde muy temprano ofreció gratuitamente un convite a quienes pasaron por el espacio, para darse la dosis indicada de esta «vacuna guaranítica» que previene los males del cuerpo y ahuyenta los del espíritu.
Mientras que las redes sociales también se inundan de fotos de la caña o el momento en el que se toman los tres traguitos. Como lo hizo la vicegobernadora Analía Rach Quiroga, quien recordó que el 1 de agosto también es el día de la Pachamama. «Pacha significa universo, mundo, mientras que mama es madre. Agosto es momento de adorar a la Madre Tierra, de agradecer por la cosecha, el buen tiempo y la abundancia del suelo», recordó a través de sus perfiles públicos.
«El octavo mes del año siempre es especial, porque sus primeras horas son dueñas del ritual ancestral de la #CañaConRuda para honrar a la Pachamama y ahuyentar el mal», recordó.
«Los tres traguitos de la mezcla de caña con hojas de ruda se toman en ayunas y su propósito es de protección. Esta costumbre nos permite, año tras año, honrar a la #MadreTierra por cuidarnos, nutrirnos y permitirnos compartir esta casa común», dijo.
La tradición dice que el 1 de agosto deben tomarse tres sorbos (hay quienes dicen que son siete) de caña de ruda al comenzar el día, todavía en ayunas. Este ritual se practica como una prevención contra los males que la época del año acarrea.
Los guaraníes fueron quienes estudiaron las propiedades de la planta y la utilizaron con éxito para combatir parásitos, irritación y otros dolores físicos. Sus bondades medicinales la convirtieron luego, en un remedio contra la envidia, la negatividad y la mala suerte.
Según la receta, se debe dejar macerar la ruda macho dentro de una botella de caña por un mes. Generalmente, se prepara el primero de julio para poder beberla el primero de agosto, aunque también se puede guardar hasta por un año.
La creencia es que el brebaje sirve para curar las enfermedades del invierno y para preparar el cuerpo «a los ardores del verano». Los pueblos originarios confirmaron que en agosto se producía el mayor número de muertes en la población y en el ganado por culpa del frío y las lluvias. De ahí que nace el refrán «julio los prepara y agosto se los lleva».
Para poder superar este problema crearon el remedio natural, una costumbre se popularizó volviéndose en algunos lugares, un rito inquebrantable.
La elección de la fecha tiene además un tinte especial: es el día en que se honra a la Pachamama, la Madre Tierra para los pueblos originarios, y marca el momento en que el invierno comienza a retroceder para darle paso a la primavera.
Con el fin de preservar las raíces ancestrales, la práctica latinoamericana fue extendiéndose a lo largo de todo el país, con mayor popularidad en el Nordeste Argentino.