Tras seis meses de estancamiento, el Senado nacional está cerca de alcanzar un acuerdo para destrabar el proyecto de ley que implementa el uso de la boleta única de papel para las elecciones nacionales.
El proyecto se mantuvo sin movimiento desde que la senadora Mónica Silva, de Juntos Somos Río Negro, presentó un dictamen alternativo al texto aprobado en Diputados, propuesta a la que, en su oportunidad, se sumaron los misioneros Carlos Arce y Sonia Rojas Decut, del Frente Renovador de la Concordia. Sin esos tres votos y con el kirchnerismo bloqueando la sanción de la ley, el proyecto perdió la mayoría absoluta de 37 votos requerida para aprobar una reforma electoral en el Senado.
Con dos dictámenes apoyados por 36 senadores cada uno, el proyecto nunca llegó al recinto de la Cámara alta. Ahora, la solución para destrabarlo radicaría en aceptar una de las propuestas del dictamen de Silva: eliminar la opción del casillero que permite votar la lista completa con una sola tilde.
APOYO DEL EJECUTIVO
Otro dato significativo es que el acuerdo contaría con el visto bueno del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y del asesor presidencial Santiago Caputo, posición que se haría pública en un plenario de las comisiones de Asuntos Constitucionales y de Justicia y Asuntos Penales en agosto.
Así, el texto volvería modificado en segunda revisión a Diputados, alcanzando la mayoría constitucional para su aprobación en el Senado nacional.
Además de ello, desde la Cámara baja, las bancadas dialoguistas ya habrían dado su visto bueno y garantizarían los votos para aceptar el cambio y sancionar finalmente el uso de la boleta única de papel en las elecciones de medio término del próximo año.
ACUERDO TRANSVERSAL
Enlas últimas jornadas, Maximiliano Abad, uno de los principales artífices del consenso, habría mantenido reuniones en el Senado nacional y en la Casa Rosada para que el texto llegue al recinto.
En ese sentido, en declaraciones periodísticas, el legislador se mostró favorable al cambio en el proceso electoral. «Mejoraremos la calidad de las elecciones: eliminaremos prácticas fraudulentas, garantizaremos igualdad de oportunidades y recursos para todas las fuerzas políticas, ahorraremos recursos en la impresión de boletas y contribuiremos con el cuidado ambiental», afirmó.
La proximidad del acuerdo fue confirmada desde el entorno de Villarruel, donde aseguran que la propuesta tiene el visto bueno del vicejefe de Gabinete, José Rolandi, y de la secretaría de Planeamiento Estratégico Normativo, María Ibarzábal Murphy.
Desde este entorno indicaron que al proyecto se sumarían algunos cambios menores, incluyendo la eliminación del casillero del voto a lista completa, para vencer la resistencia de los senadores de Río Negro y Misiones.
RESPALDO DE OTRAS FIGURAS POLÍTICAS
Otra figura que en las últimas jornadas respaldó la iniciativa fue Guadalupe Tagliaferri (Pro) junto a su rechazo a la eliminación de las Paso.
La legisladora, además, destacó que con la boleta única se compensa el gasto de las primarias, y se mostró dispuesta a eliminar el casillero del voto a lista completa si eso destraba el tema.
La iniciativa también cuenta con el respaldo de la radical Mariana Juri, para quien la boleta única representa un cambio de paradigma al pasar de la boleta partidaria a la boleta institucional.
DOS MODELOS
La propuesta de Silva y Arce impulsa el uso de la boleta única de papel basado en el sistema de Santa Fe, donde cada categoría se vota en una papeleta separada. En cambio, el texto aprobado en Diputados adopta el sistema de Córdoba, en el que todas las categorías están incluidas en una sola boleta, con un casillero para votar la lista completa.