La problemática generada por el abastecimiento de combustible para el trasporte público de pasajeros parece no tener solución en lo inmediato, y continúan los trastornos no solo para los usuarios del servicio, que siguen afrontando mayor tiempo de espera, sino también para el tránsito de la ciudad, que se torna caótico, ante el despliegue de unidades en las cercanías de estaciones de servicio céntricas.
La decisión de las empresas de «ahorrar», comprando gasoil directamente de los surtidores, dejando de lado la posibilidad del consumo mayorista a granel, como lo hacían hasta el momento, debido a la diferencia de precios, es un hecho inédito, por lo tanto escapan a los entes regulatorios locales la posibilidad de encontrar una alternativa.
Así lo explicó el subsecretario de Transporte de la Municipalidad de Resistencia, Luis Cabrera, quien aseguró que «no hay herramientas para sancionar este tipo de cosas. Se evalúa las posibilidades, pero no hay mucho para hacer».
Más allá de reconocer este desfasaje generado por una medida nacional, que buscó frenar el consumo mayorista de gasoil en un contexto de escasez internacional, Cabrera también entendió que existen otros motivos detrás de la postura empresarial, como ser el descontento con la pronta licitación.
Intencionalidad oculta
En contacto con Radio Libertad, el funcionario municipal explicó que «las empresas con la otra mecánica tenían a disposición del combustible a granel, el gobierno nacional en algún momento tomó la medida de restricción al consumo mayorista y entre eso estaban las empresas del transporte público.
Como todas las cosas, se toman medidas para Buenos Aires, con sus facilidades, y todos los demás tenemos que ajustarnos a esa realidad, que no es la misma», cuestionó.
Al tiempo que reconoció: «No hay mucho para hacer, se está hablando, buscando las alternativas, pero todo corresponde al gobierno nacional».
Asimismo, Cabrera entendió que «tampoco podemos permanecer ajenos al hecho de que, de alguna manera, hay alguna intencionalidad sobre los horarios en lo que estas cosas suceden, porque hay una molestia con los pliegos de la nueva licitación, hay también intencionalidad políticas en estas cosas, y a la vez no hay herramientas para sancionar este tipo de cuestiones».
A modo de ejemplo mencionó que días atrás «apareció en algún medio el rumor de un paro y movilización, nosotros sostuvimos que de darse una movilización íbamos a aplicar sanciones, porque está todo bien con los derechos laborales y las medidas que quieran tomar, pero lo que no pueden hacer es sacar colectivos de circulación y ponerlos en una manifestación».
«Si eso se daba, nosotros íbamos a producir las sanciones, después salieron con el tema del combustible. Es decir en el medio hay una realidad de no acceder a transparentar todos los ingresos de subsidios», aseguró y resaltó: «Nosotros estamos pidiendo insistentemente a la provincia, no solo de esta gestión de la Subsecretaría de Transporte, sino de la anterior también, que nos envíen todos los informes completos y detallados de las transferencias que están haciendo a las líneas urbanas, y no nos mandan».
«Entonces hay medias verdades, hay responsabilidades compartidas, y desgraciadamente en este caso puntual no hay herramientas que permitan a mi facilitarle un precio mayorista de combustible u obligarlos a abastecerse en determinados horarios, no hay. Sí, en contraparte, hay intencionalidad en estos casos», aseveró.
Pese a esto, el funcionario anticipó: «Nosotros vamos a seguir avanzando con todo el proceso de licitación como está, porque uno de los reclamos más insistentes es el cambio del pliego. Entre los empresarios hay comunicaciones informales, acuerdos para no presentarse, porque desde distintos puntos hay que agredir el proceso».