A partir del lunes, el precio del pan aumentará entre un 20% y 25% en todas las panaderías del país, superando los $200 el kilo en promedio. Incrementos de insumos, impuestos, combustibles y salarios, repercutieron en el sector, al que no le queda más alternativa que trasladar estos al costo.
En la provincia, el Centro de Industriales Panaderos del Chaco emitió un comunicado anunciando el nuevo incremento. Su presidente Alejandro López, consultado por LA VOZ DEL CHACO, detalló los motivos de la suba y describió la situación que atraviesan, la que calificó de «caótica».
En este sentido, instó a la intervención estatal, cómo en oportunidades anteriores, donde se estableció precios populares, lo que tuvo buena respuesta para ambas partes.
«Nosotros tenemos un costo de $150 hoy, en la actualidad, el último aumento fue en noviembre, era de $121 el precio de costo, al día de hoy con el 20% de inflación se va a $150», dijo.
A su vez señaló: «En febrero arrancamos con un incremento en la harina, pero también en diciembre y enero tuvimos una pequeña suba, aumentaron los combustibles, las bolsas, las grasas y levaduras. La bolsa de harina $1.200 la bolsa de 25 kilos».
Con las ventas deprimidas, el sector entiende que este incremento en el precio empeoraría la situación, no obstante aseguran que no les queda otra alternativa. «Lo que fue enero fue caótico para nosotros por las fuertes temperaturas, ha bajado el consumo, la gente se fue de vacaciones, fue muy duro pasar enero, pero esperamos que afloje el calor, que se recupere un poco las ventas, pero estamos pasándola mal», dimensionó el referente del sector.
Intervención
Sin vislumbrar una salida, López reconoció: «No creemos que mejore, por eso estamos esperando alguna ayuda del Gobierno para ver si podemos reactivar el precio acordado, sabemos que en su momento fue muy bueno, la gente venía a buscar ese pan y a nosotros nos favorecía también».
Según afirmó López este acuerdo con el gobierno finalizó en diciembre. «Ellos no nos ayudaban con el insumo que era la harina y nosotros podíamos salir con un precio diferenciado con una cierta cantidad de pan. Entendemos que era una ayuda y que al sector nos venía bien y también al público, al consumidor que venía y buscaba ese pan», reconoció.
Sin embargo esta demanda aún no tuvo respuestas: «No se comunicaron con nosotros, hemos mandado notas, mensajes privados, y no hemos recibido ningún tipo de respuesta. Ahora vamos a volver a mandar notas al gobernador porque en su momento no quisieron recibirlas porque estaban en receso».
«Estamos pasando por una etapa muy difícil y caótica, a la que no le vemos salida más que tener que aumentar para poder sobrellevar esta situación», ratificó López ante la seguidilla de aumentos que repercuten en el producto. «Desde noviembre que nos aumentamos y tuvimos aumentos en diciembre y enero y arrancamos febrero con aumento de todos los insumos, impuestos y mano de obra, no nos queda otra que tener que trasladar el precio para poder subsistir porque si no trabajamos a pérdida», aseguró.
También recordó que al costo básico de cada panadería se le debe sumar otros aspectos que como el alquiler «si los trasladas al centro están muy por encima ya sufre un incremento en su costo que no lo tiene un alquiler más alejado del centro», comparó.
Si bien el precio del pan puede oscilar según la panadería, por cuestiones como las mencionadas arriba, o por el tipo de insumos y otros factores, sin embargo López resaltó: «Donde el pan está por debajo del costo es porque no está legalmente constituido o están trabajando a pérdida, porque el que tiene todo legalmente no puede tener un pan por debajo de los 150».
El precio del pan, según indicó López se compone de 32 ítems: máquinas, materia prima para hacer el pan, mano de obra, impuestos, combustible, entre otros «en todos los puntos tuvimos un incremento.
A pesar de esta situación, López indicó que hasta el momento no hubo nuevos cierres de panaderías.