Hace dos meses que debería haber comenzado a implementarse el aumento de las tarifas energéticas por inflación, pero viene primando la postura del ministro de Economía, Luis Caputo, por sobre los técnicos de la Secretaría de Energía.
El ministro no quiere que la baja de los últimos meses del Costo de Vida se revierta, como algunos especialistas alertaron en las primeras semanas de junio.
El objetivo es levantar el pie del acelerador con la aplicación de más costos sobre hogares que han sufrido una fuerte pérdida de poder adquisitivo.
La decisión se tomó, en principio, sólo para las tarifas de julio con la intención de sostener la recuperación del poder adquisitivo de la población.
La medida se establece para los consumos hogareños del mes que viene y, dependiendo de la fecha de facturación, en principio la mayoría de los usuarios lo pagarían en agosto.
A principio de este mes, el Gobierno modificó los topes de consumo máximos subsidiados y las bonificaciones sobre los precios mayoristas de energía eléctrica y gas natural para los usuarios N2 (ingresos bajos) y N3 (ingresos medios) de acuerdo al Período de Transición establecido por el Decreto N° 465/24.
La medida marca el inicio de un proceso para pasar de un régimen de subsidios generalizados a uno focalizado, en el cual el usuario puede conocer el costo del kW de energía eléctrica y m3 de gas natural que es idéntico para todos.
En el caso de las tarifas de gas tampoco los consumos de julio tendrán aumento. Es decir que el usuario pagará exactamente lo mismo que en junio, siempre y cuando su consumo sea igual.