El Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (Isepci) presentó los resultados del Indicador Barrial de Situación Nutricional 2023 que reveló que el 44,1% de los niños, niñas y adolescentes que asisten a comedores y merenderos comunitarios en el Chaco presentan malnutrición.
La directora del organismo, Patricia Lezcano, y el ex diputado provincial Carlos Martínez expusieron que este dato representa un aumento significativo en comparación con años anteriores. «El porcentaje de malnutrición llega al 44,1%, casi la mitad de los niños, niñas y adolescentes que concurren a comedores y merenderos comunitarios de nuestra provincia», sostuvo Lezcano.
La situación se agrava debido a factores como la recesión económica, la inflación y la pérdida de empleo, que dificultan a las familias garantizar el derecho a la alimentación.
Lezcano enfatizó: «Esta situación se va a ir agravando en estos primeros seis meses del año debido a la recesión económica, la inflación y la falta o pérdida del empleo».
Por su parte, Martínez valoró el trabajo realizado por el equipo del Isepci y el área de Salud Colectiva, que contribuyeron a la realización del trabajo final. Además, expuso «la importancia de contar con información acerca de la realidad de la situación nutricional de los niños, niñas y adolescentes».
Luego, comentó que esto «reafirma la necesidad, más que nunca, de que se declare la emergencia alimentaria en el territorio chaqueño, proyecto de la ley 2502/17 que lo hemos presentado hace siete años atrás en la Legislatura del Chaco».
Un Problema
de Larga Data
El estudio del Isepci se llevó adelante mediante una Investigación Acción Participativa, que involucró la colaboración de relevadores del organismo y vecinos de los barrios que asisten a comedores y merenderos.
Este enfoque busca fomentar la construcción de ciudadanía y capacitar a actores territoriales y académicos en la creación de nuevos conocimientos, mientras subraya la necesidad de orientar políticas públicas para frenar la inseguridad alimentaria.
El monitoreo antropométrico para detectar malnutrición se realizó en noviembre y diciembre de 2023 en comedores y merenderos de barrios populares con alta vulnerabilidad socio-sanitaria-ambiental. Participaron niños y adolescentes de 0 a 17 años y 11 meses, presentando DNI y libreta de vacunas.
Los datos revelan que, de 3.234 niños, niñas y adolescentes censados en 95 espacios comunitarios, con la colaboración de 81 promotores de Salud Colectiva, 1.325 presentaron rasgos de malnutrición. Los casos tomados abarcan edades desde los dos hasta los diecisiete años.
En términos históricos, la situación ha empeorado progresivamente: en 2019, el 30,2% de los encuestados presentaron malnutrición; en 2021, el 37,7%; en 2022, el 36,1%; y en 2023, el 44,1%.
Desglose por Grupos Etarios
Niños de 0 a 2 años: de 178 niños, el 27,5% presentaron malnutrición. En años anteriores, las cifras fueron: 23% en 2019, 28,7% en 2021, y 29,2% en 2022.
Primera Infancia (2 a 6 años): De 1.094 niños, el 39,5% presentaron malnutrición. Las cifras históricas muestran un incremento del 23,3% en 2019 al 39,5% en 2023.
Segunda Infancia (6 a 10 años): De 1.125 niños, el 50,4% presentaron malnutrición, un aumento considerable respecto al 35% en 2019.
Adolescencia (10 a 17 años): De 786 adolescentes, el 41,5% presentaron malnutrición. Las cifras históricas muestran un incremento desde el 33,5% en 2019 al 41,5% en 2023.
A nivel Nacional
Asimismo a nivel nacional el estudio abarcó 21 provincias del país, recolectando 42.853 muestras en 1.151 espacios comunitarios, gracias al trabajo de 1.400 promotores de Salud Colectiva.
La malnutrición a nivel nacional se consolida en un 40,7%, con 15.875 niños y adolescentes. Es decir que cuatro de cada diez presentan vulnerabilidad nutricional, según indicadores por exceso con alta preeminencia de sobrepeso y obesidad, por sobre el indicador por déficit, bajo peso.
Asimismo, según Indec la pobreza en la Argentina alcanzó al 41,7% de la población en el segundo semestre de 2023, mientras que la indigencia fue del 11,9%. Los niños, niñas y adolescentes de entre 0 y 14 años, son los más castigados por la pobreza y la indigencia: 58,4% son pobres y 18,9% indigentes.
Según Unicef 7 de cada 10 NNyA son pobres 69% son pobres ya sea porque viven en hogares cuyos ingresos no alcanzan para cubrir la canasta básica de bienes y servicios o porque no acceden a derechos básicos como la educación.
El incremento del precio de los alimentos ha profundizado la inseguridad alimentaria, castigando especialmente a los hogares por debajo de la línea de pobreza e indigencia. Este contexto agrava la situación de malnutrición, haciendo más urgente la implementación de políticas públicas efectiva
Las cifras presentadas por el Isepci no solo reflejan una realidad alarmante, sino que también constituyen un llamado a la acción. «Es imprescindible que se declare la emergencia alimentaria en Chaco y se implementen políticas públicas efectivas para garantizar la seguridad alimentaria de los niños, niñas y adolescentes», demandaron desde este espacio.
La situación requiere un enfoque integral que aborde las causas subyacentes de la malnutrición, como la pobreza y la falta de acceso a alimentos nutritivos. Solo a través de un esfuerzo conjunto y coordinado se podrá revertir esta preocupante tendencia y asegurar un futuro mejor para los niños del Chaco.
En este sentido, el Instituto destacó la importancia de garantizar la seguridad alimentaria como paso fundamental para el desarrollo integral de la niñez. «Garantizar la seguridad alimentaria son los pasos fundamentales para asegurar el desarrollo integral de la niñez», recordó Lezcano.
Si bien, la malnutrición infantil en la provincia es un problema de larga data que ha ido empeorando con el tiempo, resulta de alta prioridad interrumpir el avance de la malnutrición, que limita el desarrollo integral de NNyA, y reproduce desigualdad social e inequidad.
Asimismo, Lezcano concluyó: «No podemos permitir que nuestros niños sigan sufriendo por la falta de alimentos. Es nuestra responsabilidad como sociedad garantizar su bienestar y desarrollo».