Tras la decisión de la Secretaría de Energía de la Nación, que ordenó eliminar el símbolo QR de toda columna, poste, surtidor y cartelería que se encuentre dentro de las áreas clasificadas de las estaciones de servicio, la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (Cecha) solicitó una audiencia al director nacional de Refinación y Comercialización, Aníbal Mellano, con el fin de manifestar el descontento y desconcierto del sector ante la disposición, y encontrar alternativas.
La medida dispuso modificar una reglamentación que data de 2018, que autorizaba el uso de esta herramienta desde el interior del vehículo, al tiempo que sugería que el código a ser escaneado se encuentre al alcance desde la posición del conductor.
No obstante, ahora la dependencia indicó que los dispositivos móviles no son equipos aptos para áreas clasificadas, por lo que su uso indebido en esos sectores puede conducir a serios accidentes.
La decisión gubernamental generó el malestar del sector, que entienden que carece de fundamento ya que no hay registros o antecedentes del tipo de accidentes que se esgrimen, al tiempo que contrasta con el crecimiento exponencial que tienen las billeteras electrónicas en las estaciones de servicio. La líder del segmento, la app de YPF, realiza más de 260 pagos por minuto, es decir más de cuatro por segundo. Lo mismo sucede con las plataformas de las distintas compañías y con Mercado Pago, siendo esta una operatoria en franco crecimiento. También explicaron que esta nueva disposición genera más demoras y tiempos de espera.
En la provincia, el presidente de la Cámara de Expendedores de Combustibles del Chaco, Oscar Gaona, en contacto con Radio Nacional Resistencia, explicó que la disposición «no prohíbe el QR como método de pago, lo que sí está impidiendo es la comodidad que teníamos de hacer el pago desde el vehículo», diferenció.
Al mismo tiempo recordó que «todo lo que sean métodos de pagos electrónicos, QR o billeteras electrónicas, fue muy promocionado en la pandemia, cuando se trataba de evitar cualquier tipo de contacto entre el playero y el cliente, pero lo que en ese momento fue una cuestión de higiene y preservación de la salud, después se transformó en una comodidad, en el el que el cliente desde su vehículo podía efectuar el pago», describió.
«Obviamente el pago a través del QR o la utilización de un celular nunca estuvo aprobado en el caso de las motos o estaciones donde tiene GNC, pero en todo lo demás, Resistencia -que sería nuestro caso- y en toda la provincia, donde no tenemos gas natural, tiene un sistema muy utilizado para todas las transacciones que se hacían en una estación de servicio desde el mismo auto», reconoció.
«Ahora esta resolución lo que nos obliga es retirar todos los QR pegados en las columnas o surtidores evitando de esta manera que la transacción o método de pago se realice en el mismo lugar donde se hace la carga del vehículo y nos obliga a tener QR móviles o pequeñas tarjetas con las cuales hay que solicitar al cliente, una vez que se hace la carga, que se baje del vehículo y hacer esta transacción a dos metros de distancia de los surtidores para salir de la zona que se denomina peligrosa o sensible para la utilización del teléfono», describió el nuevo procedimiento el referente del sector.
Sin antecedentes
Al momento de analizar los motivos de esta decisión, Gaona consideró que «el argumento es que está prohibido la utilización del teléfono celular en la cercanía de los surtidores, lo cual nos resultó muy extraño, porque hace cinco años se está utilizando este método de pago y hasta la fecha no hay evidencia demostrable que el uso del celular pueda ser el inicio de una explosión o incendio en una estación de servicio, no hay ningún tipo de accidente que se haya reportado por la utilización del celular», aseguró.
«Sabemos perfectamente que el uso del celular estaba prohibido, pero estamos hablando de hace más de una década en la que los aparatos fueron cambiando. Antes las baterías podían salir y generar un cortocircuito, hoy los celulares más modernos directamente tienen las baterías que no se pueden retirar o tienen otro sistema de fijación de batería que impiden cualquier tipo de cortocircuito o generación de chispa», explicó.
Tras lo cual reconoció que «a nosotros nos llegó con total sorpresa que prohíban esta utilización que se está haciendo tan frecuentemente y que es tan cómoda y que hasta en el resto del mundo se está utilizando, a veces con normativas de seguridad mucho menos restrictivas. Acá nos están obligando a que la transacción se realice a más de dos metros del surtidor cuando en Europa las transiciones se pueden hacer a más de 20 centímetros del lugar de carga, o sea que estamos hablando de que los estudios arrojan escasa o nula posibilidad de que el celular pueda generar una explosión», reiteró.
Asimismo, Gaona destacó que «dado a este impedimento se generan demoras en las cargas, mayores demoras en el pago y más incomodidades cuando lo que deberíamos estar buscando es que el proceso se haga más ágil y rápido para el cliente», consideró.
Al mismo tiempo detalla la metodología que aplican: «Lo que se le pide a la gente, si va a pagar con QR, es que, una vez terminada de la carga, adelante el vehículo unos metros y el playero acompaña al cliente para exhibir una tarjeta que puede escanear desde el auto, pero obviamente es un proceso que no estaba antes y genera demoras en la atención y la incomodidad», resaltó.
«Más allá de eso, todas las cámaras de expendedores del país están presentando el caso para solicitar que nos expliquen el motivo de esta normativa cuando no existen reportes de incidencia, por lo tanto se pide a la Secretaría de Energía que nos aclare esto o revierta la medida», sostuvo.
Cecha, por su parte, se puso a disposición para transmitir opiniones y sugerencias que permitan encontrar alternativas y resultados «equilibrados» dentro de la operatividad diaria para el sector estacionero, los trabajadores y el público en general, considerando la experiencia de más de 57 años en la actividad, además de intercambiar inquietudes sobre la venta y el abastecimiento de combustibles.