Cientos de empleados de Twitter renunciaron este jueves luego que el empresario Elon Musk les exigiera un fuerte compromiso con su propuesta sobre un “Twitter 2.0 duro”. La empresa informó a sus trabajadores que cerrará sus oficinas y que inhabilitará el acceso a las instalaciones hasta el próximo lunes.
Los trabajadores debían completar un formulario de Google en el que debían responder si querían seguir en Twitter. Fue así que muchos decidieron marcharse. Todo estaba sujeto al pedido de Musk.
La idea del multimillonario fue expresada a través de un mail. Por la misma vía fue enviado el mensaje para saber si querían continuar en la red social.
Todos tenían un tiempo máximo para responder (hasta las cinco de la tarde, hora local) para responder acerca de su vigencia del contrato con la compañía. Quienes no lo hicieran fuera de ese lapso, serían considerados como que habían renunciado y recibirían una indemnización.
Entre los que optaron por marcharse se encontraba un grupo de empleados de alto nivel, por quien Musk insistió para que se quedaran.
El principal peligro que afronta Twitter ahora es que dentro del amplio listado de renuncias están la de ingenieros que se encargan de solucionar errores y evitar cortes de servicio. Si no regresan, la red social puede tener grandes problemas de estabilidad.
Además, tomaron el mismo camino algunos diseñadores e ingenieros de verificación de Twitter Blue, como así también otros empleados que trabajaban en sectores importantes de la red social.